Aunque el sol es menos intenso en otoño, esto no significa que podamos olvidarnos de la protección solar. Los filtros UV siguen siendo importantes, especialmente si pasamos mucho tiempo al aire libre. Las cremas con protector solar deberían ser un elemento constante en tu rutina de cuidado. El viento y el aire frío también pueden afectar negativamente la piel. Usar gorros, bufandas y guantes ayudará a proteger las partes más expuestas del cuerpo del clima severo. También es bueno evitar cambios bruscos de temperatura, como pasar del frío al exterior al calor de un interior.
No olvides la protección de los labios. Muchas personas experimentan labios secos y agrietados en los meses más fríos. Aplicar regularmente bálsamo labial los protegerá del clima duro y proporcionará una sensación de confort. Recuerda que el otoño no es solo el tiempo de hermosos colores y días más fríos, sino también una época en la que la piel necesita atención especial. Tras adaptar la rutina de cuidado a las necesidades de esta temporada, puedes disfrutar de una piel sana y radiante durante todo el año.