Cuando las temperaturas comienzan a subir, muchos de nosotros disfrutamos de los largos días bajo el sol. Ya sea relajándonos en la playa o emprendiendo intensos viajes, los meses de verano pueden suponer un desafío para nuestro pelo. El sol realmente no perdona cuando se trata del cabello. Adoptar medidas de protección temprano puede hacer una gran diferencia en cómo tu cabello se siente y se ve al final de la temporada.
¿Cómo protegerse del sol?
Al igual que nuestra piel, el pelo también está expuesto al daño causado por la radiación UV. El sol puede resecar el cabello, haciéndolo más quebradizo y opaco. Elije productos para el cuidado y la estilización del cabello con filtro UV. No solo protegerán tu cabello de los daños del sol, sino que también le agregarán brillo. Recuerda reaplicar el producto después de cada baño.
Cubrir el cabello cuando estás al sol también es importante. Pañuelos, sombreros y bandanas no solo son un elegante complemento para tu atuendo veraniego, sino también una efectiva medida de protección para tu cabello.
La hidratación y la nutrición
El verano es un momento en el que nuestro pelo necesita hidratación adicional. Las altas temperaturas y las aguas salinas pueden resecar el cabello, dejándolo mate y quebradizo. Es crucial usar regularmente una mascarilla capilar. Los ingredientes nutritivos e hidratantes que contienen pueden ayudar a restaurar la apariencia saludable del cabello. Para obtener mejores resultados, usa una mascarilla al menos una vez a la semana.
Además del cuidado externo, lo que comemos también afecta la condición de nuestro cabello. Por lo tanto, asegúrate de incluir en tu dieta alimentos ricos en proteínas, hierro, vitamina E y omega-3.
Evita condiciones adversas
El verano es un momento en el que nuestro cabello a menudo está expuesto a varios factores que pueden provocar daños. Esto se aplica tanto al daño mecánico como al daño causado por el calor. Evita el uso frecuente de alisadores, rizadores y secadores. El calor generado por estos dispositivos también reseca adicionalmente el cabello. Si debes usar alguno de ellos, siempre aplica un producto protector contra el calor.
Cuando vayas a la piscina, asegúrate de llevar una gorra de baño. El cloro, que se usa comúnmente para mantener la limpieza del agua en las piscinas, puede ser muy perjudicial para el cabello. Después de nadar, siempre enjuaga tu cabello con agua limpia.
En resumen, el cuidado del cabello en verano requiere un poco de esfuerzo adicional, pero los resultados sin duda valdrán la pena. Cuida tu cabello como cuidarías tu piel; no olvides la protección solar, la hidratación y evita daños innecesarios. Entonces podrás disfrutar de un cabello sano y brillante durante todo el verano. Y recuerda, al cuidar tu cabello, te estás cuidando a ti mismo, lo que es esencial para disfrutar plenamente de la belleza del verano.
Elena Alonso
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